Ella
admirando mi vientre
celosa de mi vientre
celosa del vientre de una amiga
que en la noche iba a parir
Se arrodilla
y en actitud feligresa
acude a mi pecho gris
provocándome agitados ronquidos
con su cabellera bruna
Ella
desdeñando mi fijación al horizonte
hace cínica la tarde
mientras pronuncio una ley de la naturaleza
¡prendido a sus ojos como a un espejo!
Se arrodilla
y en actitud filosófica
acude a mi oído diciendo:
¡Oh gato ecuánime!
Carlo enrique
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