cortinas verdes velan
sigilosamente tus sueños.
La remota ciudad no se filtra
muerte instantánea y dulce
menoscaba la parafernalia
mientras te desperezas.
Esto me hace mucha gracia.
Lo que me duele
es pensar en el niño de inmensos ojos
que no vuelve a ver la persona de su costumbre.
Y pienso
que
en suma no sabes nada.
Enciendo el televisor.
Carloenrique
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