La lluvia trae calma a los páramos,
sosiego el llanto
y yo veo un sin fondo
en el café tibio
empozado en las concavidades de tu rostro.
Oh, tu llanto!
cuánto ritmo hay sin versos
cuánto ritmo hay sin versos
cuánta existencia en las hojas de menta
y en la terráquea presencia de tus ojos.
Y en estas ocasiones
me parece que la totalidad
de la hierba me ha mirado.
(He tenido miedo)
Carloenrique
No hay comentarios:
Publicar un comentario