domingo, 28 de agosto de 2011

Y qué fue de ese hombre?

Y qué fue de ese hombre?

- ¿Ves, lo ves?

- No señor, lamentablemente no puedo apreciar la imagen que usted me describe.

- Vaya, es una pena hijo. El éxtasis del que te pierdes es inigualable.

-Perdone usted señor, pero me es imposible, y a toda persona normal también lo es, observar en el cielo un pequeño planeta donde habitan un niño, un carnero y una rosa. Lo siento me tengo que ir.

-¡Espera! (Y el hombre se arrodillo al tiempo que corrían caminillos de cristal por sus mejillas)

El niño lo abrazó.

- ¿No lo ves? no es posible; es cierto. Yo tampoco puedo, pero al menos quiero engañarme con ello, quiero pensar que él está bien, que cuida de su cordero y es feliz admirando a su rosa. Gracias hijo, ven, vayamos a pasear juntos un rato...


(Acto seguido ambos subieron a la avioneta del hombre y empezaron a perseguir la caída del sol hasta que se les acabó el combustible)

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