I
Ya la noche cursa su punto más álgido, para ser exactos falta poco para la media noche; y esto lo sé no por observar en el cielo una luna preñada, sino por el reloj alojado en la parte inferior derecha de la pantalla del ordenador.
[...]
ya sabes
yo tengo mis propias herramientas de autodestrucción:
fumar (y otros vicios), para matar mi cuerpo
y escribir, para matar mi alma.
Elizabeth: Rayos, es tan profundo que duele.
Carloenrique: Tan profundo que habría que cortarse para llegar al lugar y llenarlo de caricias.
Jean: Entonces supongo que cada vez que uno de mis personajes muere es una parte que estoy asesinando de mí mismo.
Carloenrique: Esos personajes que son uno mismo, y que con gusto mata para darse afecto!
Oh paradójica tragedia del EGO!
Jean: Es un delicioso juego sadomasoquista.
Elizabeth: Completamente deacuerdo contigo Jean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario