Surco tras surco,
la piel se debilita.
4000 calorías dan su frutos.
Mi abultado
vientre sufre
desengaños,
la belleza hace ausencia
de esta imagen sin
excusa de patrón
anímico.
[...]hostil al universo[...]
Bodeleriano,
traste olvidado
por brazos
igualmente débiles
y estriados.
Emanan de todas las cosas
un sudor amargo
y llegan a todas ellas
el dolor de poco humano
titulado ego.
Extraigo del pecho
una llave girada
en las costillas:
Lluvia de sangre mala.
Muerte por todos lados,
mas en este lado abierto
se coagulan todas mis muertes.
Me advertí sobre la raza,
el dolor a cuestas,
las rosáceas huellas
de los abismos diminutos
y no hice caso.
Cómo ahora saldar las cuentas
con mi conciencia;
bilis negra,
suspiros quijotescos
por alguna ella.
Carlo enrique
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